Para la gestión de una empresa actualmente se necesitan herramientas digitales para poder llevar un control exhaustivo del negocio y poder de esta manera tomar decisiones a lo largo del tiempo.
En este ámbito, tecnologías como el ERP o el Business Intelligence (BI o Inteligencia de Negocio) están entre lo más demandado para cumplir estas necesidades.
¿Pero sirven para lo mismo? ¿Son compatibles?
Veamos, los ERP o Sistemas de Gestión Empresarial se caracterizan por estar compuestos por diferentes módulos integrados en una única aplicación. Ejemplos de estos módulos pueden ser los de producción, ventas, compras, logística, contabilidad, gestión de proyectos, control de almacén, pedidos o recursos humanos.
Un buen ERP además deberá integrar todo lo necesario para el funcionamiento de los procesos de negocio de la empresa. Partiendo de la funcionalidad base disponible, deberá permitir ajustarse a los requisitos específicos de un negocio mediante la "parametrización" y/o el desarrollo.
Entre sus ventajas se destaca:
- Optimización de la gestión del inventario.
- Integración de la contabilidad y facturación.
- Optimización de recursos.
- Generación de informes financieros.
Si se utiliza adecuadamente, un ERP puede transformar cualquier negocio y generar así un gran retorno, tanto financiero como operacional. Un ERP elimina los sistemas arcaicos que se utilizaban en el pasado en RRHH, finanzas, fabricación y almacenes, reemplazándolos de esta manera en una única solución tecnológica.
Por otro lado, un BI hace referencia al conjunto de estrategias y herramientas enfocadas a la administración y creación de conocimiento mediante el análisis de datos existentes en una organización o empresa.
El término inteligencia empresarial se refiere al uso de datos en una empresa para facilitar la toma de decisiones, es el proceso de convertir datos en conocimiento y el conocimiento en acción, para la toma de decisiones.
Entre sus beneficios hay que recalcar su gran capacidad para tomar decisiones basadas en la información de la empresa y no por suposiciones, acceso sencillo a métricas, cuadros de mando y otro informes personales sólo accesibles con los permisos necesarios o comparativas del rendimiento de la empresa en diferentes momentos para poder evaluar distintos cambios de estrategia para mejorar nuestro éxito en el en el negocio.
Como hemos visto, no son lo mismo pero por su finalidad observamos una gran simbiosis entre ambos ya que el BI necesita de un ERP para poder extraer datos y analizarlos y el ERP precisa de un BI para darle utilidad a esa gran cantidad de datos que tiene y que en su mayoría no le está sacando rendimiento.
Ambas tecnologías son muy beneficiosas para las pymes, ya que un ERP optimiza los procesos de negocios y nos permite ahorrar mucho dinero, mientras que el Business Intelligence nos facilita tomar decisiones estratégicas, previendo incluso tendencias y patrones futuros gracias a los datos explotados del ERP.
Y el mejor momento para implementar un nuevo sistema de BI es precisamente mientras se está instalando un nuevo sistema ERP debido a que el sistema BI soportará la implementación del ERP ayudándole a ver inmediatamente si hay algún problema con el flujo de datos y podría hasta decirse que implementar ambos sistemas al mismo tiempo simplificará su funcionamiento.
Si implantamos la integración de ERP y BI en la empresa, lograremos una sinergia continua que favorecerá la toma de decisiones en cada momento, tanto para un departamento en particular como de forma global para todo el negocio si así lo requerimos.
