Dato, información, conocimiento

Con frecuencia se confunde la información con conocimiento y se desdeña el valor de los datos, cuando estos son el principio de la cadena para llegar al conocimiento. Los datos son formas de expresar los hechos, de representar la realidad. Si bien es cierto que los datos por separado carecen de sentido, su agrupación no se convierte en información de manera automática. Los datos procesados arrojan resultados que pueden significar más datos, pero la información tiene que ver con la actividad intencional y contextualizada de crear significado en función de los datos y acompañados de un propósito y contexto de aplicación. 

Aquí, nuevamente diferimos de la información como algo externo al sujeto que la genera, en tanto que la imaginamos como un estado de pre-conocimiento, que se da como parte de un proceso intelectual y volitivo, original y único. De esta manera podemos asumir que personas diferentes con los mismos datos pueden llegar a interpretaciones diferentes y generar información diferente.  Esto es, el valor de inforormación varía dependiendo de la experiencia, contexto y propósito de aplicación de los datos.

Almacenamos datos, procesamos datos y generamos nuevos datos que articulados con un objetivo nos lleva a generar información. La información se genera en un proceso mental de análisis e interpretación, lo que nos acerca al conocimiento, pero no es hasta que esta información es internalizada como consecuencia de su aplicación, que nos apropiamos de ésta, cambiando necesariamente nuestra estructura mental y nuestros modelos mentales, los que son formas de percibir e interpretar la realidad.

Lo que abunda actualmente, como consecuencia de la generalización de las TIC, no es información sino datos, necesitamos gente habilitada para hacer algo con esos datos y poder convertirlos en información  y en una etapa inmediata, en conocimiento. El conocimiento se aloja en el cerebro y solo se asoma como datos  y se transfiere igualmente como datos. El dato ha sido tratado con desprecio, no obstante es a partir de los datos que podemos ir construyendo nuevos conocimiento.

Cuando alguien dice, tener mucha información, generalmente se refiere a una vasta cantidad de datos, sin interpretación o sin una adecuada articulación para que puedan tener un valor instrumental, quizá lo que en el fondo quiere expresar es la condición de tener suficientes datos para poder encontrar relaciones entre estos y un contexto o proposito de aplicación, donde los datos pueden ser de enorme valor para encontrar respuestas a un problema o ayudar a caracterizar una situación.

Se dice que asistimos a una nueva era donde el volumen de información escapa a nuestra capacidad de procesarla, al menos por medios convencionales. La verdad es que el volumen ingente de datos, requiere de un nuevo profesional capaz de exprimir esos datos para generar un sentido, una respuesta necesaria, necesitamos mucha más imaginación para convertir esos datos en información y enlograr que esa información dispare procesos cognitivos para llegar al conocimiento. La gestión del conocimiento se ubica ahí donde actuamos sobre los datos para generar información y llegar al conocimiento.