Cómo sobrevivir a la velocidad del desarrollo tecnológico

 

No hace mucho llegó a mi un vídeo de Rita McGrath de la Columbia Business School donde hablaba de cómo sobrevivir a la velocidad del desarrollo tecnológico en estos tiempos donde las comunicaciones son más fáciles que nunca.

En la conferencia vemos algunos puntos de los que aprender; el mundo de los negocios siempre ha sido complejo, pero el desarrollo tecnológico está incrementando esa complejidad desde el momento que hace posible comunicaciones antes impensables. Sin olvidar que esto amplifica los resultados de esas comunicaciones ante la empresa.¿Cómo afecta este impacto tecnológico a la gestión de empresas?

 

¿Cómo afecta este impacto tecnológico a la gestión de empresas?

Rita McGrath nos comenta como la principal característica de los sistemas complejos tecnológicos (que no es lo mismo que complicados) es su carácter imprevisible. Por mucho que sepamos cómo se comporta cada uno de sus elementos, las múltiples interacciones en red que se producen entre ellos hacen que el comportamiento del sistema en su conjunto sea muy difícil de prever.

Antes el conocimiento del pasado nos permitía anticiparnos el futuro. Esta disonancia entre el nivel de complejidad de nuestro entorno y la inercia que estos procesos traen consigo situaciones inintencionadas. Es muy fácil que las cosas queden fuera de control, o que los sistemas queden totalmente colapsados ante eventos que se salen de la norma.

Antes podíamos llegar a prever lo que pasaría si contábamos con un poco de memoria. Recordábamos lo que había pasado e intentábamos mejorarlo. Ahora no podemos prever qué pasará, sólo nos queda adaptarnos a un futuro que no se puede prever. Es ahí donde hallamos las mayores dificultades.

Como nos aprovechamos de esta situación

Antes de nada debemos replantearnos cómo hacemos nuestras previsiones. Lo más probable es que nos anclemos en lo que ya pasó y si intentamos darnos cuenta de lo que está pasando ya será plausible. Lo complicado es llegar a captar los mensajes que nos proveerán de información para el futuro.

Lo mejor para adaptarnos a reuniones imprevistas, citas laborales que hay que afrontar o a un correo inesperado es dejarnos llevar por el peso de los promedios, y olvidarnos que los grandes problemas y las verdaderas oportunidades muchas veces se esconden en las colas. Pero sobre todo debemos tener cuidado con cualquier decisión que limite nuestro margen de maniobra en el futuro.

Otra posibilidad es la de trasladar a los usuarios el poder de tomar las decisiones, por lo que son ellos los que correrán los riesgos. Un ejemplo de esto lo hallamos en Lulu.com donde los autores de libros deciden el precio al que venden los libros que publican. La autogestión nos resta posibilidades de error porque el trabajo o las opciones se individualizan.

La opción que más me ha llamado la atención es la de retrasar al máximo el compromiso de recursos críticos. Os pongo un ejemplo: los médicos que deben atender a pacientes se ocupan de clasificarlos en función de la urgencia del tratamiento y sus posibilidades de supervivencia, de modo que la eficacia prima sobre la eficiencia. Al igual que ellos usan una criba para llegar antes y mejor a la solución más optima nosotros podemos indexar la información que tenemos, posponer reuniones o usar una autorespuesta en Outlook.

Conclusión

Es imposible adelantarnos a las situaciones. Como máximo podemos prever algunos ápices lo que pasará y prepararnos. Si intentamos centrarnos demasiado en la prevención esperaremos futuros inciertos. Intentar definir todos los procesos de la organización reduce nuestra adaptabilidad ante cambios inesperados del entorno.

 

Manolo Carvajal


Pablo Herrero

Profesional IT dedicado a entornos empresariales, servicios, servidores y virtualización; ahora consultor informático en la UAB, en Barcelona. En ratos libres SEO y redactor en Tecnología Pyme.

Me encontráis a un tweet en @carvajaluchi


 

Fuente:  Blog Sage
Imagen: edans