El enemigo en casa: cómo defenderse cuando las empresas que deben proteger nuestra privacidad ayudan a que nos espíen

El escándalo por las revelaciones de que Estados Unidos espía las comunicaciones y contenidos online de usuarios de todo el mundo mediante el programa Prism ha llevado a muchos usuarios a plantearse si su privacidad está a salvo en Internet. Te damos algunos consejos fáciles de aplicar para protegerte.

 

El enemigo en casa: cómo defenderse cuando las empresas que deben proteger nuestra privacidad ayudan a que nos espíenEn un recomendable artículo publicado en la simbólica fecha del 11 de septiembre, el experto en Sistemas de Información Enrique Dans proponía celebrar un nuevo juicio de Núremberg para exigir responsabilidades por el espionaje masivo a usuarios de todo el mundo realizado por Estados Unidos.

Este escándalo ha surgido a raíz de las filtraciones de documentos realizadas por el ex-analista Edward Snowden, que reveló que las grandes compañías tecnológicas facilitan a los servicios de espionaje de Estados Unidos acceso a la información personal almacenada en la nube por ciudadanos de todo el mundo como por ejemplo correos electrónicos, fotos, vídeos, chats, perfiles en redes sociales, etc.

Microsoft, Facebook, Google, Apple y Yahoo! son algunas de las empresas que han reconocido haber proporcionado acceso a este tipo de datos, lo cual ha generado un creciente rechazo contra el cada vez más asfixiante dominio de Internet que ejerce Estados Unidos. Las declaraciones de algunos de los dirigentes de estas compañías que han revelado información de sus usuarios tampoco resultan nada tranquilizadoras.

Por ejemplo Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, asegura que prefiere "no juzgar" el espionaje de su Gobierno porque forma parte de "la naturaleza de nuestra sociedad"; en cambio, le preocupa más que los países creen sistemas para proteger a sus ciudadanos que fragmenten Internet (y su negocio, claro). En este sentido, Brasil estudia obligar a las empresas que operan en la nube a alojar dentro de su territorio los archivos y datos que recopilen de sus ciudadanos, con el fin de mejorar la protección de la privacidad.

 

El lado oscuro de los Big Data

¿Qué hace el Gobierno de Estados Unidos con la información acerca de los usuarios que le ceden “patrióticamente” estas compañías tecnológicas? Según reveló Snowden, la analiza mediante avanzadas tecnologías que permiten el análisis de datos a gran escala (los llamados Big Data) utilizando un misterioso programa llamado Prism.

De acuerdo con los papeles filtrados a la prensa este software, que se ha convertido en la joya del espionaje tecnológico de Estados Unidos, es capaz de procesar 3.000 millones de ficheros y documentos al mes para identificar "amenazas terroristas" contra Estados Unidos.

Conviene señalar que, en el resto del mundo civilizado (incluido España), para interceptar comunicaciones personales es necesaria la autorización de un juez. Sin embargo, gracias a las leyes aprobadas tras los atentados del 11-S como la Patriot Act, las agencias de inteligencia norteamericanas y sus aliados solo deben pedir autorización si quieren espiar a ciudadanos estadounidenses; para los del resto del mundo existe una “barra libre”. Pero que no cunda el pánico: según asegura William Hague, secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido (otro país sospechoso de participar en este espionaje) “los ciudadanos que cumplan la ley no tienen nada que temer de los servicios secretos”. ¡Eso sí que es un alivio!

 

Cómo evitar que te espíen

Se dice que Edward Snowden, actualmente exiliado en Rusia, se ha vuelto tan paranoico respecto a la vigilancia de los servicios de espionaje que cubre con una tela roja la pantalla de su ordenador para evitar que una hipotética cámara oculta pueda captar sus contraseñas de acceso. Sin llegar a este extremo, el diario The Guardian ofrece en un artículo (en inglés) recomendaciones para proteger la privacidad en Internet, que hemos completado con consejos de los expertos de Dataprix.

 

Usa servicios de correo de pago: las plataformas como Gmail o Outlook son atractivas por su bajo coste. Pero las revelaciones de Snowden y las vulnerabilidades de estos clientes de correo sugieren que tal vez sea más prudente contratar servicios de pago, preferiblemente que no estén ubicados en Estados Unidos.

Emplea herramientas de cifrado: existen muchas aplicaciones gratuitas y de pago que permiten cifrar e-mails y archivos con una razonable seguridad. Tal vez no resistirían un intento de hackeo por parte de la CIA, pero pueden evitar que tus mensajes o documentos caigan en manos de compañeros desleales, competidores, etc.

Navega con seguridad: vacía regularmente el Historial de sitios visitados, bloquea las cookies de los sitios web, cierra las sesiones cuando te hayas conectado desde ordenadores públicos o de otras personas y usa el modo de incógnito que ofrecen algunos navegadores de Internet para no dejar rastros sobre tu actividad en la Red.

Lee atentamente las condiciones de uso: antes de abrir una cuenta en un servicio en la nube, consulta las condiciones de uso (sí, esos largos contratos que todos aceptamos sin mirarlos). A menudo contienen cláusulas alarmantes, como la que permite a Google apropiarse de los archivos que subas a su disco duro online Google Drive.

Date de baja de los servicios que no utilices: lleva un registro de las páginas y servicios en los que tienes cuenta o estás registrado y solicita la baja cuando ya no los necesites. A veces resulta un poco complicado, pero existe una página muy útil llamada Justdelete.me que explica cómo puedes borrarte de los sitios más populares.

No publiques información personal: evita revelar datos como tu dirección, edad, foto, lugar de trabajo, etc. en las redes sociales y otros servicios públicos de Internet. No hace falta ser un espía para usar esta información, por ejemplo, con el fin de suplantar tu identidad en Internet o cometer otro tipo de fraudes.

No uses servicios de geolocalización: muchas aplicaciones, especialmente en dispositivos móviles, piden permiso para revelar dónde estás al resto de los usuarios. Por ejemplo Whatsapp o Foursquare. Pero si lo piensas bien, las ventajas de dar esta información tal vez no compensan los posibles riesgos.

Ten cuidado con las redes inalámbricas: evita conectarte a puntos de acceso público, tener encendido el Bluetooth o compartir tu conexión con desconocidos. Es como dejar abierta una ventana para entrar en tu ordenador o dispositivo móvil. Existen muchos programas que permiten acceder por estas vías sin conocimientos avanzados.

Usa una contraseña segura: un buen password es la piedra angular de la seguridad informática. Elige combinaciones de más de ocho caracteres formadas por letras y números aleatorios, utiliza una contraseña diferente para cada dispositivo o servicio, cámbialas a menudo, vigila dónde las apuntas... ¡y no se las reveles a nadie!

 

¿Qué más recomiendas para proteger la privacidad en Internet?

Por Roger Garcia

Redactor en Dataprix

 

Imagen: Freedigitalphotos.net

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Felicidades por el artículo y por las recomendaciones, nunca está de más recordarlas!! En España existe una empresa que precisamente se llama Privacidad en Internet S.L. (ePrivacidad) cuya misión es proteger la privacidad de las personas en Internet, abordando cada caso según las necesidades del usuario o víctima. Un saludo.

Quién iba a decir hace unos años que iban a existir empresas que ofrecieran ese servicio.

Yo creo que parte del problema es que cuando nos hemos dado cuenta de que en la red, y en las redes sociales teníamos nuevos mecanismos para darnos a conocer, e incluso para potenciar nuestros perfiles profesionales y encontrar oportunidades de trabajo, nos hemos lanzado a la aventura sin evaluar siempre las consecuencias de todo lo que estábamos dejando por el camino.  Tendrías que haber visto, por ejemplo, la cara de idiota que se me quedó cuando en el muro de conocidos empecé a ver fotos antiguas mías..

Pero volviendo al tema principal del artículo, veo complicado que ninguna empresa pueda hacer alguna cosa por el usuario si, por ejemplo, Google estuviera proporcionando datos de su cuenta de correo de Gmail al gobierno americano.