Marketing Municipal 2.0

Hoy en día, los políticos suponen uno de los principales motivos de preocupación entre la ciudadanía. 

Algo impensable hace unos años, cuando la seguridad, el incremento de la inmigración y por supuesto el incesante aumento de la perdida de trabajo, eran el principal foco de nuestras preocupaciones. Pero lo que nunca había sucedido, un elemento a priori positivo y con tanto recorrido en nuestras sociedades como es la política, que desde los Griegos había convivido con nosotros de una manera armónica, llegara a tener tan mala prensa.

En este contexto tan “favorable” para las administraciones públicas es necesario hacer balance y detenerse para analizar qué se está haciendo mal. ¿Por qué el ciudadano tiene este pensamiento? ¿Se están haciendo realmente las cosas tan mal? ¿o no se está sabiendo comunicar? Son preguntas que realmente tienen muchas respuestas pero de difícil solución si no se aborda desde un punto de vista pensado por y para el ciudadano.

No conozco la receta mágica para solucionar estos problemas y sería temerario, incluso, intentarlo. Huelga decir, desde primera hora, que sólo voy a mostrar mi punto de vista sobre cómo actuar dentro del ámbito del Marketing Municipal para llegar a conectar con el ciudadano de hoy.

La sociedad ha cambiado y los ciudadanos disponemos de más herramientas para comunicarnos y tomar posición en los temas que nos rodean. Incluso contamos con más capacidad de escuchar opiniones y con el derecho universal de de hacernos escuchar.

Es por ello que, en un ejercicio de realismo frente a las nuevas tecnologías, quiero vincular al mundo de las Administraciones públicas esta nueva dimensión 2.0 e incluso 3.0 que se aproxima inexorablemente al futuro más inmediato. Pero, ¿qué significa todo esto?

Esto significa que la administración debe intentar cumplir al menos con éstas tres máximas para acercarse a sus ciudadanos.

  1. Ser transparentes en sus actuaciones.
  2. Que exista una apertura real entre la administración y sus ciudadanos. Con apertura nos referimos a que el ciudadano detecte que es libre de conocer lo que hacen sus gestores de una manera transparente. Además, nos movemos en torno a un modelo social que demanda en todo momento desde el lado ciudadano a las empresas privadas, una transparencia total que se convierte en vinculante a la hora de adquirir sus productos. ¿Y por qué la administración pública ha de ser diferente?
  3. Por último, debe existir un principio bilateral de colaboración entre ambas partes.

Un claro ejemplo de las grandes distancias que separan la sociedad de la clase política, son las apariciones de plataformas como 15M y Acampada Sol, donde los ciudadanos comienzan a organizarse al margen de las organizaciones sociales y políticas tradicionales, para colaborar y participar activamente de las decisiones que se toman en la Administración. Una manera clara de demostrar que no confían en la toma de decisiones ni en los procesos actuales.

Pero esto choca frontalmente con el procedimiento tradicional donde los políticos y gestores toman las decisiones, siendo una comunicación vertical Administración-ciudadanos.

Y es aquí donde reside el cambio, ahora el ciudadano ignora los mensajes que desde el ámbito político intentan enviarle ya que es él quien tiene el control de lo que quiere o no quiere escuchar, y escuchará siempre y cuando piense que se le está hablando personalmente a él y cubriendo las necesidad que demanda.

La red puede convertirse en un punto de encuentro entre ciudadano y administración siempre y cuando se acepten las reglas del juego que este medio aporta.

Existen múltiples herramientas que la red aporta para mantener viva esta comunicación y que los ciudadanos cada vez están más familiarizados con ellas. Se trata de una cuestión de evolución, implicándose en el presente y dotando a estas herramientas del valor que merecen y que ya conocen en detrimento de otros medios tradicionales que han sufrido deterioro y pérdida de credibilidad.

 

David Rodríguez

MARCOM Manager en IOMarketing