Una tormenta "tumba" los servidores de Amazon Web Services

 

Una tormenta "tumba" los servidores de Amazon Web Services

Parece una broma del Día de los Inocentes en España o el Fool's Day de Estados Unidos, pero no lo es: este fin de semana los archiconocidos Amazon Web Services, punta de lanza del cloud computing a nivel mundial, dejaron de funcionar durante varias horas debido a un corte de luz. Una violenta tormenta, de gran magnitud pero sin llegar a ser excepcional, dejó sin servicios en la nube a miles de clientes, entre ellos compañías tan conocidas como Netflix, Pinterest o Instagram.

El suceso se produjo el viernes por la noche, según informa el New York Times, cuando los cortes de luz provocados por la tormenta afectaron a los centros de datos que Amazon tiene en el norte de Virginia (Estados Unidos). Los sistemas de emergencia que debían activarse en caso de fallo del suministro, como mandan los cánones de cualquier infraestructura redundante, no funcionaron correctamente.

El resultado fue que miles de servidores dejaron de estar disponibles. El servicio no se restableció hasta el mediodía del sábado, para gran enfado de los clientes de Amazon Web Services, que también se quejan de la escasa información facilitada por la empresa durante el tiempo que duró el apagón.

¿Datos más seguros en la nube?

El suceso ha supuesto un durísimo golpe para Amazon Web Services y para el sector de la computación en la nube en general. Uno de los argumentos más repetidos para convencer a los clientes de que pongan sus datos en Internet es que estarán más seguros y disponibles en un centro de datos que en los servidores propios de las empresas… por ejemplo en caso de un apagón. Esto es cierto en la mayoría de casos, pero lo que resulta inconcebible es que en una empresa puntera como Amazon Web Services no funcionen los planes de contingencia más elementales para seguir operando cuando se va la luz.

Amazon ya sufrió un incidente similar en agosto de 2011 cuando un rayo dejó fuera de servicio las instalaciones de esta compañía y de Microsoft en Dublín (Irlanda). El nuevo percance llega la misma semana en que Google anuncia que empezará a ofrecer servicios de cloud computing mediante la plataforma Compute Engine a precios más baratos que Amazon. Y una de las razones con las que espera seducir a los clientes es la fiabilidad de sus centros de datos, aunque tampoco son infalibles: en 2009 el servicio de correo electrónico Gmail estuvo caído durante dos horas sin que supieran las causas.

Imagen cortesía de FreeDigitalPhotos.net