ERP analítico, una suerte de Lego

Madrid 17 octubre de 2022.- En el mundo del software ERP, los avances se suceden a gran velocidad. Un ERP sólido que apoye a la organización en todas sus áreas, ayudará a cumplir sus objetivos. Pero, las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a grandes desafíos en un contexto marcado por la inestabilidad y la crisis económica.

Estos son los 4 principales retos para que 2023 consiga una ventaja competitiva con su sistema ERP:

1. TENER UN SISTEMA ESTÁNDAR QUE SE SIENTA COMO HECHO A MEDIDA

Hoy en día, son pocas las pymes que trabajan con un ERP hecho a medida o con muchas personalizaciones. Las desventajas son enormes. Es un sistema caro, complicado y no está preparado para el futuro. Es decir, para readaptarse, fácilmente, a los nuevos escenarios que puedan presentarse a medio y largo plazo.

 Un software estándar en el que las personas se ajustan a los procesos y métodos de trabajo prescritos es mucho más común. Pero, la cuestión es determinar su ese sistema estándar se podría adaptar suficientemente bien a cualquier tipo de negocio. Un buen objetivo para 2023 es utilizar un software ERP estándar que permita adaptarse perfectamente a la organización.

Esto significa implica trabajar con un ERP consolidado y con una amplia experiencia en el mercado. Pero, a la vez, hablamos de un software que permita incluir personalizaciones a través de procesos de configuración sencillos. Y, por supuesto, que incluya amplias opciones de flexibilidad.

2. TRATAR EL ERP COMO UNA PARTE INTEGRADA DE LA INFRAESTRUCTURA DE TI

El ERP no es una aplicación independiente. Cada vez está más conectado con otros sistemas y soluciones dentro de la organización. Por lo tanto, no se puede tratar como un componente separado, sino como una parte integrada del panorama informático.

Un proyecto para sustituir ERP sólo debería existir como parte de una visión a largo plazo sobre la infraestructura tecnológica completa. Eso podría traducirse en una transición a la nube o un proyecto de transformación digital o en la entrada en un nuevo mercado. Pero, en todo caso, las pymes deben pensar detenidamente en cómo encaja su ERP en el panorama general del negocio.

3. FACILITAR LA INCORPORACIÓN DE APLICACIONES EXTERNAS

Una aplicación para la gestión de gastos, un CRM o una herramienta de e-commerce, cada vez es más probable encontrar aplicaciones que facilitan y agilizan la ejecución de determinadas tareas. Obviamente, las pymes no quieren ver ralentizada su gestión por problemas o limitaciones tecnológicas. Por ejemplo, por una integración complicada y costosa entre su ERP y cualquier aplicación externa.

Con un ERP actualizado y que utilice tecnología de última generación, los responsables de gestión de las pymes no tendrán que preocuparse por esto. El ERP de Datisa es un ejemplo de ello. Las nuevas aplicaciones se pueden encajar en el sistema como si fueran bloques de Lego. En términos de tecnología, el sistema facilita la conexión con las aplicaciones de terceros, lo que implica beneficios inmediatos para el usuario, además de pasar totalmente desapercibidas.

4. CONVERTIR LA ACTUALIZACIÓN EN UN “NO-EVENTO”

Muchos gestores de proyectos se vuelven locos cuando piensan en actualizar el ERP. Trazar los procesos, rediseñar las personalizaciones, la gestión del cambio, las configuraciones adecuadas, la conversión de datos, las pruebas, la documentación, etc. Con un ERP en la nube se libera de cualquier tipo de responsabilidad sobre este tema.

Es decir que, se pone fin a los proyectos de actualización complejos, caros y largos. Una pequeña actualización, publicada regularmente  que se ejecutan de manera automática se convierten en la norma. Por lo tanto, para 2023, este debería ser otro objetivo para las pymes. Es decir, hacer que las actualizaciones dejen de ser un “acontecimiento relevante” y que pasen desapercibidas.

Pablo Couso, director comercial de Datisa dice para terminar que “muchas veces nos centramos únicamente en los retos tecnológicos. Por eso insistimos tanto en que es importante que las pymes no pierdan el foco de lo que es realmente crítico. Es decir, que presten especial atención al negocio. Y, en este sentido, un ERP está diseñado para organizar y automatizar los procesos empresariales. Y, para hacer que la organización consiga sus objetivos, apuntando al rendimiento y la rentabilidad, también a largo plazo. Por eso, disponer de un ERP analítico, con amplia cobertura funcional y 100% flexible, será determinante para el negocio las pymes”.