Entradas del blog de Jordi
Entradas del blog de Jordi Dataprix Sat, 12/26/2009 - 23:45Comienza la aventura.
Comienza la aventura. MicroKnowledge Fri, 10/23/2009 - 21:03Es evidente que donde más seguros se encuentran los barcos es amarrados en el puerto. Tanto como que no fueron construidos para eso.
La mayoría de las empresas son creadas como consecuencia de circunstancias difíciles por parte de su fundador o fundadores.
Muchas veces, careciendo de capital, inversores, trabajadores y con muy poca o ninguna ayuda por parte de las entidades financieras. En la mayoría de los casos tampoco existe una meta clara y concreta de donde se pretende ir. La ilusión prima en estos casos sobre criterios empresariales ya que las personas que lo llevan a cabo solo son, en el mejor de los casos, aprendices de empresario.
Las que consiguen sobrevivir a esta primera etapa y se van consolidando a medida que va pasando el tiempo, olvidan con frecuencia sus orígenes y el éxito les va marcando el camino a seguir.
Poco a poco, entran trabajadores. Si el proyecto tiene buena pinta, es posible conseguir algo de capital que acostumbra a pagarse muy caro. Socios que a cambio de poca inversión se quedan con una parte importante de las acciones. Tímidas ayudas financieras.
Llega un momento en que la rueda empieza a girar y de forma sutil y sin que nos demos cuenta, el día a día va ocupando la labor del líder, y la empresa es mas algo que nos arrastra que algo que se domine de forma absoluta.
Llega un momento en que ya es difícil distinguir si somos nosotros los que controlamos a la empresa o es la empresa la que nos controla a nosotros.
Hay que pagar las nominas. Emitir pagares que deberán ser atendidos en su momento.
Perseguir acreedores. Hacer presupuestos que tienen como finalidad fijar metas de crecimiento ajustados a parámetros que ya nada tienen que ver con aquella ilusión con la que se inició el camino.
Se generan puestos directivos que van sustituyendo tareas de las que tuvieron que asumir los socios en sus inicios. Y, pasando el tiempo, el que antes lo hacia todo, se va convirtiendo en el director de una orquesta en la que no es el mejor en ninguno de los instrumentos que la forman.
En épocas de bonanza, estos máximos dirigentes, que en la primera generación acostumbran a ser los dueños del negocio, ya no necesitan ni siquiera tener en sus manos el timón de la nave.
Y la empresa, en el mejor de los casos, va creciendo en un entorno cada vez mas cerrado. No existen nuevas iniciativas. Se utiliza el viejo proverbio de que si algo funciona bien es mejor no tocarlo. No se producen cambios sustanciales.
Y esto, en un mundo tan cambiante como el que nos ha tocado vivir, nos puede dejar fuera de mercado por no saber generar nuevas ideas. Por no entender que si no se innova, se acabara entrando en una dinámica en la que, casi de forma imperceptible, el proyecto empieza a declinar.
Todo esto no tiene nada de raro ni de misterioso. Por las mismas razones mueren los grandes imperios políticos y la historia esta llena de ejemplos.
Si cualquiera de estos empresarios se parara a pensar en ello, se daría cuenta de que lo más importante que ha sucedido es que en algún lugar del camino murió la ilusión.
Pero en algunas ocasiones, y acostumbra a pasar mas de una vez en la vida de una empresa, en el mercado se produce alguna especie de convulsión, generalmente de tipo económico, que obliga a las empresas a tomar medidas drásticas con la única finalidad de sobrevivir a ella.
Es cuando las entidades financieras nos quitan los paraguas que nos alquilaron a precios muy altos cuando hacia sol.
Y la opción más fácil en estas ocasiones es intentar llegar a puerto y amarrar los barcos hasta que amaine la tormenta.
Sin embargo, en algunos casos, pocos, los verdaderos empresarios sienten que de nuevo renace la chispa de aquella primera ilusión. Y vuelven a tomar el timón del barco.
Esta claro, que cuando la travesía se produce en mares plácidos o con mala mar dentro de la normalidad, la función del capitán es poco importante. Con la labor de sus oficiales hay más que suficiente para realizar la travesía.
Pero cuando la tempestad se vuelve peligrosa es cuando vuelven a brillar en su máximo esplendor los líderes. Es cuando, mientras la mayoría de los barcos se aletargan placidamente en los puertos a la espera de que amaine la tormenta, ellos siguen cruzando el mar y sacando provecho al hecho de que son pocos los que se atreven a hacerlo.
Es cuando se renuevan. Cuando buscan nuevas herramientas que les ayuden en los riesgos asumidos. Esta claro que cuando se sabe a donde se va, los modernos GPS que son la evolución de las viejas brújulas no son imprescindibles Siempre es bueno tenerlos. Ayudan y mucho. Pero no son imprescindibles..
Cuando la niebla o el tamaño de las olas desdibujan el camino, se convierten en imprescindibles.
Es en estos casos cuando renace la ilusión. Los capitanes que han pasado mucho tiempo sin luchar de forma especial, vuelven a tomar las riendas. Renacen como el Ave Fenix de las cenizas de una sociedad asustada. Y ayudan a que el mundo siga avanzando.
Son nuevas ideas. Son nuevas ilusiones.
El campo de batalla, la colina y los cuadros de mando
El campo de batalla, la colina y los cuadros de mando MicroKnowledge Sat, 10/24/2009 - 19:03A veces podemos ver en películas de batallas antiguas, como el general las observa desde una colina al lado de sus ayudantes.
Y lo primero que se nos puede pasar por la cabeza es que la razón principal es que desde la colina no existe el riesgo de ser muerto o herido.
La verdad es que la razón principal de ello no es evitar el riesgo, si no la única forma real de poder dirigir la contienda, ya que solo desde esta perspectiva podían ordenar los movimientos precisos para hacer posible la consecución del éxito.
Desde el campo de batalla se puede animar mejor a los soldados e infundirles valor, pero toda la atención se tiene que centrar en defenderse de las lanzas, espadas y demás ataques sin apenas ninguna visión estratégica de cual es la situación real ni la posibilidad de poder dar las ordenes precisas que puedan llevar a la victoria.
De la misma manera, en una empresa, la mayoría de dirigentes, y en empresas medianas y pequeñas más, acostumbran a moverse en el campo de batalla en su día a día.
Esto ocurre en la mayoría de los casos y no es un síntoma preocupante pero si que significa una seria dificultad en lo que podríamos definir como la ausencia de estrategia y táctica de la empresa de cara a su futuro.
En estos casos, los cuadros de mando vienen a paliar este déficit de una forma considerable y son un primer paso para dejar poco a poco de dirigir la empresa mirando hacia atrás y empezar a hacerlo mirando hacia delante.
“Una empresa solo puede ser entendida mirando hacia atrás y dirigida mirando hacia delante”
Por todo ello es imprescindible en la implantación de “cuadros de mando” conocer los motivos principales que definen los objetivos de la empresa más allá de una forma de conseguir los ingresos necesarios para sus propietarios, dirigentes y trabajadores.
Los cuadros de mando serán ventanas permanentemente abiertas y tan actualizadas como se desee a la evolución del negocio y a la consecución de los objetivos que se marcan.
Será como dirigir desde la colina.
La información no es conocimiento.
La información no es conocimiento. MicroKnowledge Wed, 11/04/2009 - 10:58
Hay que conocer el negocio, e implicarse
Siempre es más cómodo suponer que preguntar, y a veces se confía demasiado en que las herramientas tecnológicas nos van a solucionar todos nuestros problemas, o nos van a garantizar el éxito.
Está claro que si esas herramientas no las utiliza alguien que conozca el negocio las probabilidades de éxito se reducen drásticamente.
Otro problema añadido es que además, cuando no se cumplen objetivos por la falta de implicación de los conocedores del negocio, se acaba echando la culpa del fracaso a la tecnología, o a los técnicos.
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Estoy completamente de
Estoy completamente de acuerdo. Muchas gracias por tu comentario
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Los informáticos, la informática y los productos que la usan.
Los informáticos, la informática y los productos que la usan. MicroKnowledge Fri, 11/13/2009 - 12:45
Coincido contigo Jordi. Creo
Coincido contigo Jordi. Creo que el mayor problema de las empresas con una historia medianamente larga en el sector que sea es la adaptación a los nuevos modelos de trabajo y manejo de información. Un modelo que ha funcionado durante muchos años y que ha sido productivo siempre no tiene porque serlo ahora y eso es algo que muchos empresarios o jefes no son capaces de entender. Los informáticos son (somos) una nueva casta, sin un trabajo productivo real (en la mayor parte de los casos) pero con una función muy importante que es adaptar el modelo de negocio a lo que la tecnología nueva puede ofrecer. Es ahí donde se dan los dos casos que comentas, el exceso o la falta de protagonismo de dicha nueva casta. Tan malo es el exceso como el defecto dado el carácter transversal de la materia. No somos un fin, somos un método, pero algunos parecen obviar que somos el método más influyente en la historia del saber y hacer humanos, mucho más que la aparición de la imprenta por poner un ejemplo ya que es, probablemente, el área transversal que más afecta al mundo en general que ha habido nunca. Pero a veces a nosotros se nos olvida que, en realidad, no producimos nada y que carecemos de valor sin un modelo al que aplicar nuestro conocimiento.
Saludos.
Leo.
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Gracias por tu comentario.
Gracias por tu comentario Leo. Creo que casi es mejor el comentario que has hecho que el propio articulo.
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Los nuevos analfabetos.
Los nuevos analfabetos. MicroKnowledge Wed, 11/04/2009 - 19:24Para comenzar, y para evitar que alguien pueda sentirse ofendido, considero importante transcribir la definición que da la Real Academia de la Lengua Española de la palabra “Analfabeto”:
1 adj-s Que no sabe leer.
2 fig. Ignorante, desconocedor de saberes elementales.
3 p.ext. Ignorante o desconocedor de una disciplina.
En todo caso, la opinión que a continuación voy someter a vuestro juicio puede ligarse con cualquiera de estas definiciones, en forma alegórica la primera y real en las dos siguientes.
Cuando Gütenberg inventó la imprenta, se produjo un paso trascendental en la historia de la humanidad que no volvería a repetirse hasta la aparición de la informática.
El principal obstáculo con que tuvo que enfrentarse la utilización práctica de dicho invento -poner a disposición de todo el mundo el conocimiento acumulado por la especie, hasta entonces en manos de unos pocos privilegiados- fue que muy poca gente sabía leer.
De hecho, y por esta razón, algunos de los críticos de la época se apresuraron a manifestar que el invento era “inútil”. Según ellos, era más que evidente que la “automatización” de la fabricación de libros (hasta entonces básicamente en manos de monjes amanuenses) era innecesaria dado el pequeño porcentaje de la humanidad que era capaz de utilizarlos.
Hoy, unos cuantos siglos después, y en la parte privilegiada del mundo que nos ha tocado vivir, el porcentaje de seres humanos que es capaz de leer ya es prácticamente del 100 %. Todos disponemos de la capacidad de coger el libro que más nos interese y “leerlo”. Pero ahí surge un nuevo problema que es mucho más difícil de resolver: Leer no es entender.
Cuando empecé mi carrera profesional tuve que visitar muchas empresas que aún no disponían de ordenador. En consecuencia, tampoco tenían informáticos.
Lo típico en aquellos casos era hablar con el Director Financiero, Director General o bien el dueño del negocio. Y podía considerarme afortunado cuando encontraba una empresa que ya tenía experiencia en el tema por trabajar con un Centro de Cálculo.
Reconozco que no era demasiado difícil convencerlos de la utilidad de aquellos artilugios, para lo cual se utilizaba básicamente el argumento de que su competencia ya los estaba utilizando y que el tema era imparable.
También (debo reconocerlo) se jugaba con el ahorro que representaba la compra de un ordenador, frente a los gastos del centro de cálculo, cuando se estaban utilizando este servicio. Eran números un tanto manipuladores, pero vista la evolución positiva de la informática en los negocios podemos considerarlo un “pecado menor”.
A partir de aquí, las empresas se llenaron de unos señores raros que sabían hacer cosas raras y que cada vez se fueron alejando más de los conocimientos que tenían aquellos que dirigían los negocios.....los informáticos.
En aquellos tiempos, los informáticos se vieron obligados a aprender las tareas que se desarrollaban en sus empresas (Contabilidad, Facturación, etc.) para crear los programas necesarios que, a partir de entonces, utilizarían los ordenadores para hacerse cargo de dichas tareas. Llegado este punto, los informáticos adquirieron un protagonismo que los puso en superioridad de condiciones frente a sus jefes. Ellos tenían conocimientos importantes de la gestión, mientras que los directivos de la empresa no tenían ni idea de informática.
En la actualidad las cosas han cambiado mucho. Las nuevas generaciones de informáticos se han encontrado instalados ERP´s (software estandarizado de gestión) que, unido a los casi nulos conocimientos que en las facultades de informática se les imparten sobre gestión de empresas, hace que estos profesionales cada vez sepan más sobre el complejo entramado técnico que hoy ya tiene cualquier empresa, pero menos sobre cómo se gestiona.
Y eso está bien. El tiempo (como siempre) se ha encargado de poner a cada uno en su lugar. Lugares distintos pero tan importantes el uno como el otro.
En esta nueva situación se da la paradoja de que los informáticos saben leer pero no entienden lo que leen y que algunos gestores, que sí entienden, no saben leer.
¿A qué me estoy refiriendo? Intentaré explicarlo.
Durante mucho tiempo, ha sido habitual que algunas personas que dirigen las empresas digan sin ningún tipo de pudor que no tienen ni idea de informática. En ocasiones, y revestidos de un cierto orgullo al decirlo (como si esto fuera una prueba de su status laboral), afirman que ni tan siquiera disponen de un PC en su lugar de trabajo. Para eso ya están las secretarias.
Es evidente que un dirigente de cualquier empresa (salvo el Director de Informática) no tiene porqué saber cómo se realizan los procesos que permiten la gestión del día a día desde el punto de vista técnico. Para sacar las facturas, albaranes, etc. ya están los informáticos. Y también son ellos con mucha frecuencia los que emiten los informes que al final acabarán en la mesa del dirigente interesado o, en el mejor de los casos, en su pantalla.
Hasta aquí todo es correcto. Pero deberíamos hacer una distinción cada vez más clara entre lo que son procesos informáticos destinados a realizar los trabajos de todo el circuito de gestión de la empresa (el día a día) y lo que es, o podría ser, un análisis serio y profundo de los datos que dichos procesos nos proporcionan, con la finalidad de tomar decisiones cada vez mas apoyadas en hechos y no en intuiciones.
Y eso no representa ser informático. Representa utilizar la informática para usos que sólo los dirigentes pueden llevar a cabo. Con la misma sencillez con la que usan la pluma, el móvil o, cada vez más, el correo electrónico.
Los directivos deben aprender a leer (usar la informática) porque son ellos los únicos capaces de entender lo que hoy en día ésta les puede aportar mediante el uso de las nuevas herramientas que la tecnología pone a su disposición.
Si ya nadie puede permitirse el lujo de no tener ningún conocimiento de esta tecnología, mucho menos aquellos que por su cargo están destinados a dirigir las empresas en las que trabajan. No pueden correr el riesgo de convertirse en analfabetos informáticos, toda vez que las nuevas generaciones parecen tener conocimientos del tema desde el mismo momento en que tienen uso de razón. Y si no, sólo tienen que observar a sus hijos o a sus nietos.
En mis visitas a directivos (Marketing, Financiero, Comercial e incluso Directores Generales) para hablarles de Business Intelligence, y después de escuchar los clásicos argumentos como ”no tengo tiempo”, ”si algo me sobra es información”, ”ya lo hace la secretaria”, etc., he podido oír muchas veces expresiones de asombro ante lo que estaban viendo.
En muchos casos, afirman que no tenían ni idea de que estas cosas existieran y pasan con inusitada rapidez a reclamar la necesidad de tener a su disposición herramientas de este tipo.
Los que no han tenido contacto con estas tecnologías se asombran de los análisis en directo sobre cubos multidimensionales o bases de datos asociativas, de la potencia y utilidad de los cuadros de mando que les pueden indicar prácticamente en el mismo momento en que se produce, la evolución de los puntos mas sensibles del negocio; o de los “descubrimientos” de conocimiento oculto que las herramientas de minería de datos realizan en la ingente cantidad de datos de que dispone la empresa y que ningún ojo humano es capaz de ver.
También les sorprende la facilidad con que pueden manejarse dichas herramientas.
Quizás descubren por primera vez utilidades de la informática que les afectan directamente a ellos.
Cuando esta iluminación se produce, ya no se discute la utilidad de estas herramientas. Como mucho, se puede discutir cuándo y cómo van a entrar a formar parte de la cultura de la empresa.
Usare viejos argumentos que en esta ocasión son más ciertos que entonces: ”La competencia puede estar utilizando ya estas herramientas y el tema es imparable”.
La imprenta ya esta inventada. Ahora sólo falta aprender a leer.
MicroKnowledge
Jordi Martí
680 692 522
Que inventen los otros…………………..
Que inventen los otros………………….. MicroKnowledge Mon, 11/02/2009 - 21:48Se habla mucho de la sociedad del conocimiento…….. ¿Cuántos serian capaces de describir lo que es?
El mundo esta cambiando. Y cada día a más velocidad. Ante los ojos de todos. Pero parece que pocas personas se dan cuenta. La cosa no va con ellos. Siempre es algo que afecta a los demás.
Un consejo. Si tiene una empresa de transportes y se acaban de inventar los camiones, no sea de los últimos en cambiarlos por sus carros.
¿Y después_del_ERP?
¿Y después_del_ERP? MicroKnowledge Thu, 08/06/2009 - 17:32Micro Knowledge rompe la barrera informática que aprisionaba a las pequeñas y medianas empresas mediante herramientas que influyen directamente sobre la calidad del negocio y la cuenta de resultados.
Hoy en día es ya muy difícil encontrar alguna empresa que no este informatizada, y es seguro que lo que ya tienen solucionado (con mayor o menor satisfacción) es la gestión de los procesos imprescindibles para el negocio. La mecanización de la contabilidad, facturación, almacén….etc. (que es lo que se esconde tras las siglas ERP en la jerga informática) es algo normal en todas las empresas.
Pero es evidente que solo con esto, y por buenos que sean los aplicativos, ni las facturas serán de mayor importe ni el balance de pérdidas y ganancias se modificará. Y esto provoca que las personas que tienen que decidir las nuevas inversiones, estén cansados de pagar nuevos aplicativos o nuevas versiones sin que ello modifique en lo más mínimo su cuenta de resultados.
Desde hace mucho tiempo, Micro Knowledge, empeñada en ser, más que proveedor, aliado de sus clientes en la búsqueda de mejoras en sus negocios, ha ido incorporando a su oferta sofisticadas herramientas que influyen directamente sobre la calidad del negocio permitiendo realizar tareas que hasta ahora eran impensables.
Y lo hemos hecho modificando una vez más otro concepto asumido en el sector de la informática. Lo importante no son las herramientas si no lo que se hace con ellas.
Imagínese que puede planificar sus recursos humanos y tecnológicos para su producción y que cualquier cambio o imprevisto es solucionado de forma automática.
Imagínese que en una sola pantalla usted esta viendo como evolucionan las áreas mas criticas de su negocio en forma gráfica y en el mismo momento en que los hechos se están produciendo.
Imagínese que es usted quien decide el momento y el enfoque de la información que desea ver. Todas las combinaciones que se le puedan ocurrir, ahora o en el futuro, son posibles justo en el momento en que las necesita.
Imagínese que puede seguir la evolución del presupuesto y descubrir de forma sencilla porqué, cómo y donde se están produciendo las desviaciones.
Imagínese que toda la información que genera su negocio y todo el conocimiento de sus empleados se va guardando como el mejor patrimonio de la empresa y que ya no tiene que preocuparse de la perdida de alguna persona clave de su organización.
E imagínese que todo esto lo puede hacer desde cualquier lugar y desde el medio que a usted le resulte más cómodo.
Y les podemos asegurar que puede seguir imaginando casi todas aquellas cosas que siempre deseó y que nunca estuvieron a su alcance, porque con estas nuevas herramientas el limite solo esta en la mente de quien las usa.
En Micro Knowledge estamos convencidos de que la informática debe estar al servicio de los clientes y no al revés, y también de que ha llegado la hora de que las inversiones informáticas se vean amortizadas a corto plazo por mejoras que se puedan medir a través de los resultados empresariales.
Nadie como ustedes conoce su negocio. Deseamos que puedan dedicar todo su tiempo a mejorarlo dejando la informática, que no es ni debe ser más que tecnología a su servicio, en nuestras manos.
Excelente
Submitted by picanteverde (not verified) on Tue, 10/27/2009 - 04:18
una narrativa excepcional apoyada en un increible manejo de las metaforas, convirtiendo estos post en lecturas obligadas cada vez que sale uno, y esperadas el resto del tiempo. Mis mas sinceras felicitaciones porque estoy seguro de que pudiste lograr aquello que te propusiste cuando comenzaste con estos post.
(y a la espera de muchos más)
Comentario
Submitted by MicroKnowledge on Sat, 11/14/2009 - 12:04
In reply to Excelente by picanteverde (not verified)
Muchas gracias por tus palabras. Espero que sigas disfrutando de mas articulos.
Saludos cordiales